DESDE EL 8 DE AGOSTO

EL LIBRO CON TODA LA HISTORIA DE "CAPÍTULO 33" Y "DOSIS DIARIAS 1.1" DE ALBERTO MONTT YA ESTÁN EN VITRINA GRACIAS AL ROMANCE ENTRE EDICIONES B Y CANDYFUNTO. BUENAS ILUSTRACIONES, INGENIO Y HUMOR GARANTIZADOS.
...todos saben donde empieza...

Albita, angustiada y agotada por la misión más grande que se le haya entregado a una oveja en la historia de las ovejas y a pasos de entregar la carta al mago, dio su ultimo gran salto. Con tan mal cálculo que cayó justo dentro de la taza de café que llevaba Elvisandro a su amo para el desayuno. Lamentablemente para todos, Albita, era del mismo tamaño que un terrón de azúcar, por lo que pronto se disolvió. El mago de Zotti, como cada mañana, bebió su café hirviendo, no sin antes sacar con la cuchara, los restos de lo que parecía una minúscula carta deshecha con el agua.
Alejada de la polémica de Dylan McKen y a kilómetros de distancia, la señorita D se queda placidamente dormida después de hojear su libro ¿Quién se robó a Santa? En cambio, su oso Peñaylillo, padece un preocupante insomnio que lo mantiene en vigilia. Es que Peñaylillo no entendió el final de libro y, agobiado, decidió dormirse y olvidarse del tema ensayando el tradicional ejercicio de contar ovejas. Fue en ese sopor previo al sueño profundo que Peñaylillo vio a "Albita" saltando presurosa una cerca con una carta enredada en su lanudo cuerpo. Pero fue lo que vino después lo que hizo que el oso entendiera el misterio del libro, revelación que lo dejó pasmado, tieso y sin sonrisa.
El premiado cuento de ¿Quién se robó a Santa? intentó ser llevado a la pantalla grande. Dylan Mc Ken, reconocido actor hollywodense, fue el escogido para representar el papel de “Albita”, la buena y fiel oveja. En la adaptación para el film, había una escena en la que Doris intentaba despistar a Tinterinno escondiendo la carta entre lana del animal. Esa escena fue el fin. Dylan, que cargaba el preciado bien en su disfraz, comenzó a comportarse oscuro, miserable y ruin. Hasta que un día, se puso su gabardina y se retiró del set para no ser visto nunca jamás. Lo que pasa con la oveja en la versión original del cuento es mucho más extraño.

M.M.Mux pesa 99 kilos a pesar de tener sólo 10 años. Sus padres trabajan todo el día comprometidamente en una ONG contra la obesidad infantil, al llegar a casa no son capaces de cocinar y compran comida chatarra en la esquina. Mal alimentado, rechazado e incomprendido M.M.Mux se ha convertido en un ratón de biblioteca. Día a día se esconde en el sótano de su colegio y, literalmente, engulle con mayonesa cuanto libro se le pone por delante. Sólo un libro se ha salvado de ser tragado por él. Los personajes de aquella historia lo cautivaron de tal manera que ha llegado a confundir la realidad con la ficción. Lleva varios días sin dormir porque cree que un enano enorme lo molesta toda la noche prendiendo y apagando la luz.

Doris es otro de los bellos y originales personaje a los que Giuseppe dio vida en su cuento. Su misión es cumplir el ultimo deseo de Santa antes de ser capturado, entregar una misteriosa carta al Maravilloso Mago de ZOtti. Para realizar la difícil tarea y combatir contra la magia negra de Malo Malow, Santa le entrega el regalo que ella había esperado por años: unos hermosos zapatos rojos del afamado diseñador francés, Louis Vuitton. Aunque no llegaron para su fiesta de 15, Doris piensa vestirlos en su matrimonio. No sabe aún, que mientras recorre el camino Amarillo que la llevará al mago, su novio tiene líos de faldas con la guapa hada del norte.

Giuseppe era matón de una mafia italiana. Harto de los oscuros negocios decidió dar rienda suelta a su pasión, la ilustración infantil. Para comenzar una nueva vida emigró a Chile, trayendo únicamente su maravilloso portafolio. Lamentablemente se equivocó de destino y tras presentarse sin suerte en numerosas editoriales, tuvo que regresar a su antiguo oficio. Luego de meter a Don Nicolás en la bolsa y entregarlo a su cliente, se encerró por 10 días a escribir e ilustrar un bello cuento: “¿Quién se robó a Santa?”. El cuento sería enviado a un concurso internacional y ganaría el millonario premio. Las Editoriales Chilenas se arrepentirían por el resto de sus días.

Don Nicolás lleva 77 años trabajando de Viejito Pascuero en orfanatos pobres. Lo suyo es pura filantropía, nunca ha cobrado un peso. Vive malamente de una escuálida jubilación que le alcanza para comer una vez al día y para comprarle pelets a Rodolfo, su gato. No puede comprar el diario, por lo que calca con papel carbón los puzzles de los ajenos. Don Nico, se ve obligado a vestir diariamente su traje rojo, es la única ropa que tiene. La barba es original, como lo es también el ponpón del gorro que agranda a diario con las pelusas que saca de su ombligo. Desde que llegó por el aire una carta a sus manos no hace más que intentar descifrarla con ilusión. Esta será la última carta que recibirá en su vida (y no era para él).

Carol Ann es la menor de 16 hermanos por lo que siempre fue la encargada de los mandados, en especial de comprar el pan. Su espíritu servicial y su entrega a las ordenes ajenas la llevaron a estudiar secretariado bilingüe, llegándose a convertir en la mano derecha del doctor Flintoff. Carol se dio cuenta de que los papeles que habían dentro de los intestinos del paciente guardaban información sumamente valiosa y tras averiguar quien sería el experto en lenguas más respetado del mundo, puso los papeles en un sobre y corrió a enviarlos a el DOCTOR Ramón, un reconocido filólogo chileno que vivía en compañía de su mujer y de su hijo Ramoncito.

John es norteamericano y un rockero de los de antes. Luego de años de excesos en los escenarios decidió recluirse para desintoxicarse. Escogió Xauén, un bello y plácido pueblo perdido en las montañas marroquíes. Lamentablemente, no se dio cuenta que llegaba al paraíso del kif, una hierba medicinal que le ofrecieron con amable insistencia los pueblerinos. Una noche, bajo los efectos curativos de la hierba, llegó a su pensión, con tal apetito, que se comió lo primero que encontró: una bolsa con algo adentro que apretaba fuertemente un marroquí mientras dormía. John tuvo que regresar antes de tiempo a EEUU por llevar demasiados días sin ir al baño.

Mohammed es marroquí. Fue temporalmente apadrinado por Fray Teodoro mientras su familia encontraba trabajo. Lleva diez años esperando que vuelvan por él. Mohammed tiene contradicciones, por la noche sueña en árabe, con camellos , el Sahara y exóticos aromas en el aire. Por el día, cumple diversos roles en el monasterio: monaguillo, tocador de zambomba y cortador oficial de uñas de pies. Mohammed cree que la libreta celeste del Fray es la Biblia. Cada noche se la roba con respeto, y aunque todo le parece muy extraño, transcribe cada versículo en árabe y lo envía a sus padres en Marraquech para que se enteren de que va esta religión. Los padres están bastante consternados e invitan a los vecinos para leer con ansias cada carta que llega.


Para Candelaria, la mujer del boticario, la vida es puro sufrimiento. Sumamente religiosa y diligente, divide su tiempo entre los quehaceres de la parroquia y del hogar. Para ella el sexo se practica con el único fin de procrear y como su marido no quiere hijos, por temor a que le salgan jorobados, ambos son virgenes hasta el día de hoy. Candelaria no comprende ni las pócimas ni las metáforas de Carlos, las considera practicas ocultistas, por ello, reza diariamente 33 Ave María. Candelaria tiene un sueño, hacer la ruta de Santiago de Compostela peregrinando. Siente verdadero fervor por las piernas de jamón y se sabe que Galicia ofrece las más tiernas.
El jorobado de Montmartre adquirió ese apodo debido a su malformación. Siempre fue un niño muy retraído, encontrando en “el escondite” la calma. Fue así, como un día, se introdujo en el equipaje de la familia republicana que protegían sus padres y fue embarcado al exilio como polizón en el Winnipeg. Desde dentro de la maleta escuchó durante más de un mes a la gente hablar de Chile como el país de la liberación y de los sueños. Tan solo pisar tierra chilena fue devuelto a su familia en Francia. Desde ese día cree que en Chile sería libre por fin de su joroba. Aún continua escribiendo sin cesar al poeta para que lo embarque en el próximo viaje. Maxim Pepinot le paga algunas monedas por peinar a su gato.

La vida de Alelie es sencilla: camarera de un café parisino. Colecciona billetes con mensajes y arma pequeñas historias con ellos. Su dinero le alcanzaría para comprar un departamento con vistas a la torre Eiffel, pero no, ella prefiere dejar volar su imaginación. Es por eso que Jaques la tiene como su musa. Antes de viajar a Tokyo, él pasaba diariamente a tomarse un café para admirarla. Ambos tenían un coqueteo casi imperceptible, pero comprensible en su mundo de incomprendidos. Alelie ha sido la inspiración para varios artistas, pero ella no lo sabe y no ha cobrado derechos. Alelie servirá cafés hasta que muera de viejita.









Lo suyo siempre ha sido el cine pero estudió medicina obligado por sus padres. Se especializó en oftalmología encontrando en ella alguna relación con su libro de cabecera “THE EYE BEHIND THE CAMERA”. Julio fue el asistente de Esteban en su epoca gloriosa. Rehacía guiones y reencuadraba todo alcanzando perfeccion sublime. Incluso, alguna vez llegó a reemplazar el elenco por completo sin que Esteban se percatara. Julio fue despedido el día en que el director le devolvió su antología en DVD de Kubrick por miedo a que se diera cuenta de donde le había venido la inspiración para la que sería su siguiente film. Casualmente hoy Julio trabaja como medico en el hogar y continua siendo “THE EYE BEHIND…”







A Zawra Hazán, la mujer del librero, su religión no le permite mostrar parte del rostro. Suerte para ella, porque un error genético la trajo al mundo sin boca. Se alimenta por sondas y se comunica a través de señas que solamente su marido comprende. Es madre de cuatro niñas que hace algún tiempo viven bajo sus faldas. Dicen en el barrio que desde que las niñas vieron el incidente no han vuelto a salir de ahí. Dicen también, que Hazán ya no es la misma persona desde que una noche alguien lo vio quemar un cerro de cuadernos celestes.
Fue rescatado de la basura por el “Cabeza”, quien lo bautizó con el nombre de “El Chacal” pensando que de grande esta fiera podría defenderlo de las innumerables amenazas que recibía a diario. A medida que el animal fue creciendo, quedó demostrado que su nombre no acompañaba su tierna personalidad y su afición a observar mariposas. “Chalito”, apodo que recibe actualmente, es el único que siempre ha creído en la inocencia de su dueño. El jardín de la familia Zotti ha salido muy perjudicado por la obsesión de “Chalito” de jugar a desenterrar tesoros. Desde que el perro encontró el cuaderno celeste no puede dejar de pensar en él y en sus inmensos deseos de aprender a leer.
El Sargento Segundo, es un gran admirador de los animales disecados y de la pintura, en especial de las naturalezas muertas. Desde que la familia Zotti llegó al barrio ha estado a cargo de sus causas policiales. Fue el Sargento Segundo quien encontró el cuerpo de Norma cuando, curiosamente, aún nadie había llamado a la policía. Una vez soñó que dirigía un golpe de estado, pero despertó angustiado trás verse morir en sueño odiado y viejo. No le gustó nada la idea.
